Importancia o calidad. La eterna duda

Llegas a tu librería el tercer viernes del mes con tu presupuesto para comics en el bolsillo, y comienzas a coger grapas y tomos de las estanterías, el librero te mira sonriente pensando en lo bien que va a cerrar hoy la caja y tu comienzas a salivar pensando en lo que vas a disfrutar al llegar a casa y sentarte en tu sillón favorito. Pero entonces llegas a un punto crítico -no nos engañemos, todas las librerías tienen uno- en el que encuentras ese tomo que no pensabas comprar pero del que tan bien has oído hablar, el librero, avispado, te ve mirando dubitativamente el tomo en cuestión y te dice: “Es uno de los mejores tebeos del mes, todos los que lo compran están muy contentos con él”. Ese es el momento en el que tu cerebro entra en un pequeño colapso nervioso al pensar en el ajustado balance de gastos que tenías elaborado. Miras el pequeño montón de comics que llevas en los brazos y sabes que si quieres leer ese tomito tan bien criticado vas a tener que sacrificar algo. ¿Qué sacrificar? Es más, ¿Hay algo que se pueda sacrificar? Vas al mostrador y extiendes tus comics en él ante la atónita mirada de tu librero, y tu vista inmediatamente se va hacia ese tomo de Spider-Man relacionado con el gran macro-crossover-que-cambiará-la-faz-de-los-multiversos-Marvel-para-siempre. El dibujo no te atrae nada, y los trabajos anteriores de su guionista te han aburrido soberanamente, pero es el comic que dará comienzo al principio del fin, es el comic que marcará la manera de ver el Universo Marvel en el futuro, -o al menos eso se ha encargado Quesada de promocionar a los cuatro vientos- ¿Puedes sacrificar ese comic a cambio de un tomo (algo caro por cierto) de un personaje secundario y que además no significa nada ni siquiera para la propia continuidad del personaje? ¿Qué pasará el mes que viene cuando abras la grapa de Los Vengadores y veas que están todos muertos, y que sus dramáticas muertes ocurrieron en el comic de Spider-Man que hoy has dejado atrás? ¿Qué más da que el comic sea un soberano aburrimiento mal escrito? ¡¡En él mueren Los Vengadores!!

No hay aficionado a los comics que se precie de serlo que no viva una situación similar (vale, quizás un poco menos exagerada) mes si, mes también. Y yo me pregunto, ¿Porqué nos torturamos tanto? ¿Por qué nos dejamos manipular de ese modo? Con el cartelito de “la historia que revolucionará el mundo de (pon aquí el nombre de tu personaje favorito)” o “Nada volverá a ser como antes” en la portada de un comic, nos lanzamos sobre él como si la vida nos fuera en ello, esperando ver la reencarnación de Dios echa comic, cuando realmente esa reencarnación tiene lugar en el tomito un poco caro que hemos dejado en la librería. Sabemos que nada es para siempre; sabemos que un personaje muerto resucitará, como muy tarde, dos años después como si nada hubiese pasado; sabemos que el statu quo de un Universo establecido no cambia, tan solo fluctúa ligeramente para luego volver al punto se partida. Entonces, digo yo, ¿Por qué narices seguimos picando el anzuelo? No nos engañemos, el público no es tonto (al menos no todo). Si mucha gente dice que el comic X es una mierda, probablemente lo sea. Si mucha gente dice que el comic Y es un clásico instantáneo, probablemente sea también una mierda disfrazada. Pero si un puñado de gente que normalmente lleva razón, y que sabe de comics más que Rambo de armas te dice que el comic Z es una pequeña obra maestra, es que probablemente el comic Z sea una pequeña obra maestra. Con un nivel de confianza del 99% puedes cambiar tu número súper-importante de Spider-Man por estas 100 páginas de comic aparentemente intrascendente, y no te arrepentirás.

Así que aquí y ahora, quiero hacer una declaración. Jamás me dejaré llevar por las cuñas publicitarias de una editorial. Jamás volveré a comprar un tebeo solo porque muera un personaje importante. Jamás volveré a gastar mi dinero en un comic solo porque en su última página ocurra un hecho decisivo y definitorio. A partir de ahora, me fijaré única y exclusivamente en la calidad a la hora de comprar un comic….al menos hasta que Marvel publique la segunda parte de Invasión Secreta y se descubra que el Capitán América realmente murió en la Segunda Guerra Mundial y Peter Parker es realmente el hijo no nato de Nick Furia.

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